Si eres de los que vas al supermercado y no te aclaras con las fresas o los fresones, te explicamos las diferencias y características de cada una de estas frutas, ¡para que ya no vuelvas a confundirte!
Ambas frutas son de la misma familia. Sin embargo, las fresas ya se conocían desde la época romana, y provienen de una planta silvestre que crece de forma salvaje en los bosques y huertos. Estas fresas (Fragaria vesca), por sus características, son pequeñas, suelen ser de color rosado por fuera y blanquecino por dentro, y su sabor es más ácido, similar a otros frutos rojos.
Los fresones (Fragaria x ananassa) nacieron en el siglo XVIII como una fruta híbrida, mezcla de dos variedades de Chile y California que crearon unos botánicos franceses. Son más grandes, de color rojo intenso y sabor más dulce cuando están en su punto justo de maduración. En líneas generales, lo que sueles encontrar en supermercados y fruterías van a ser fresones, y en su gran mayoría van a estar producidos en Huelva.
¿Fresas o fresones?
Como ya te hemos avanzado, las fresas y los fresones son muy parecidos y comparten muchas similitudes. Tantas, que en la mayoría de las veces se usa indistintamente el nombre “fresa” para denominar a ambas frutas, aunque no sea lo más correcto. Te compartimos los 3 puntos clave para que sepas sus principales diferencias.
- El tamaño. Los fresones son mucho más grandes. Las fresas en cambio, son pequeñas, de apenas unos 2 o 3 centímetros de tamaño. Como ejemplo, en la mano nos podrían caber perfectamente 6 u 8 fresas.
- El color. Los fresones son de un color rojo intenso, brillante. Tanto por dentro como por fuera. Las fresas son más bien de color rosado y al morderlas, descubrimos un interior de color rosa claro o blanco.
- Su crecimiento. La temporada de los fresones suele ir de diciembre hasta mayo (aunque dependerá de diferentes factores). Las fresas en cambio, al ser silvestres, tienen una temporada mucho más reducida, solo a finales de la primavera. Además, son muy delicadas, por lo que es mucho más difícil encontrarlas en los supermercados.
¿Cuáles son mejores?
Tanto las fresas y los fresones, como los frutos rojos como los arándanos, las grosellas, las frambuesas u otras bayas, son frutas que están cargadas de vitaminas y minerales. Por poner un ejemplo, ¡un fresón tiene más vitamina C que una naranja! Aquí ya te hablamos de los beneficios del consumo de frutos rojos y fresones para combatir los virus y reforzar tu sistema inmunitario los meses más fríos del año.
Como en todo, esto es cuestión de gustos. Los fresones tienen un sabor más dulce, además de que son más accesibles y fáciles de encontrar. Las fresas tienen un punto más ácido, que nos recuerda a una planta silvestre. Para picotear, como merienda o como postre. Ambas frutas están deliciosas en todas sus combinaciones: solas, con otras frutas en macedonia, con chocolate fundido, con nata… ¡incluso hay quien le gusta comerse los fresones macerados en vinagre y azúcar!