Helado de fresa y limón

En una batidora, batir las fresas hasta que se queden como un puré. Añadir el azúcar y el queso, y seguir batiendo hasta que quede una masa uniforme. Si se le quiere dar un poco de acidez y contraste, rallar un poco de limón en la mezcla.

En un recipiente separado, montar la nata o la leche evaporada.

Mezclar la nata o la leche con la mezcla de las fresas. Para ello lo iremos mezclando poco a poco. Una lengua pastelera es ideal para este paso.

Una vez que la mezcla esté lista, colocarla en moldes de helado o en tuppers y congelar. Para conseguir una que el helado esté más cremoso, volver a batir suavemente la mezcla cuando lleve una hora en el congelador, y repetir el paso nuevamente pasadas otra hora. Esperar 12 horas y servir.